sábado, diciembre 16, 2006

Es sólo una cuestión de ACTITUD...

Cíclicamente tengo arrebatos destructivos. Si me preguntás qué hacer con cualquier cosa que esté guardada y sin usar voy a decirte que la tires. Uno acumula tantas cosas...
Hoy le tocó a las cosas que tenía del secundario: carpetas y fotocopias. ¿Para qué guardar cosas de quinto y sexto año? Cientos de ejercicios de álgebra... ¡Cómo los disfrutaba! Ahora ni los entiendo. Me parecen arte, como una partitura que no sé decodificar, pero cuya forma me da placer.
Sí, sí, sí, era (¿era?) un traga total. De esos que las profesoras adoraban.
Allá fueron 6 kilos de papel (Sí, 6!! Más un quilo más que guardé para usar de borrador).
También me encontré con dibujos de compañeros y miles de "te amo" por todas las hojas (esos noviazgos de secundaria...ay ay ay). Los 16/17/18 son una época muy creativa. Y, literalmente, iba a llevarme el mundo por delante.
Después uno envejece sin crecer y se vuelve un normópata (el término no es mío). La gente se amolda y reprime. Los que no lo hacen, creen que ser desequilibrados es vivir la vida con intensidad y se piensan libres.
Hay mucho miedo, tapadito. Falta humildad, y eso es porque a nadie le interesa aprender. Aprender no es estudiar un apunte académico solamente. Aprender es escuchar antes que juzgar. Interesarse, ser curioso.
Aprender es chocarse con los extremos para llegar al equilibrio. Pero eso será material para otro post y otra asociación libre como esta.

Pero, al fin y al cabo, descubro que hay parte de verdad en la frase que titula este post.

2 comentarios:

un mero individuo dijo...

Comparto, para mi en todo ámbito la actitud tiene más peso que la aptitud. T. A. Edisson: mil y pico de intentos frustrados antes de inventar el foquito de luz...

GER! dijo...

Comparto, comparto. No sabia lo de Edison, pero si de muchos pequeños casos cotidianos. Y para aprender a tocar la viola.....es asi! A bancarse el ardor...