sábado, septiembre 30, 2006

Lo que quiero decirte

No digo que no puedo vivir sin tí.
Digo que tu presencia excita mi ser más noble,
que corres aún más el velo que oculta la luz.

No digo que sin tí moriría.
Digo que enterneces las horas en su eterno nacimiento.
Digo que sin tí el hálito rojizo de otoño es diferente.

Cuando te quedas, todas las cosas sencillas palpitan y destellan.
He ahí la síntesis.
He ahí una parte de lo que soy.
Tal vez, la mejor.

El lugar de lo sublime es el interior del ser


El lugar de lo sublime es el interior del ser.
Cosas simples logran, dependiendo de la receptividad de la conciencia, gatillar o excitar ciertas zonas del ser, provocando estados de euforia/éxtasis. Es un efecto de resonancia.
Cosas simples, porque son síntesis.
Cosas simples, porque, al estar despojadas de cualquier exacerbamiento barroco, no distraen con lo superficial.
Lo sublime no existe afuera. Quien lo busca ahí encontrará frustración o construirá una ilusión.
No andes por ahí buscando grandes cosas.
La conciencia cerrada y empequeñecida busca grandes cosas afuera. Es el primer paso de su búsqueda de lo sublime. Pero busca en el lugar equivocado.
La conciencia más amplia no busca lo sublime: deja que las cosas simples se lo recuerden.

El lugar de lo sublime es el interior del ser.

domingo, septiembre 24, 2006

ALGO

Niña, más o menos siete años.

-¿Me puede dar algo?
-¿Algo cómo qué?

-(Sonrisa, carita inclinada, mueca de duda) Mmm, no sé.
-¿Una fruta, algo para comer?

-(Sonrisa, mueca más acentuada, cachetes enrojecidos) Mmmm.
-Bueno, a ver, esperame.

Siempre han venido chicos a mi puerta a pedir. Pero hay una nueva generación de estos niños que, en su inocencia, no saben bien qué piden. Piden algo. No han pensado qué...
Tal vez, cuando crezcan, si no han tenido muchas oportunidades (¿las tendrán?), seguirán en una situación de pobreza; pobreza absurda; pobreza evitable.
Cuando crezcan podrán racionalizar el pedido: Ya sabrán qué pedir y cómo hacerlo. Es pedir, ser explotado, o delinquir. Lamentablemente suena a cliché.
POBREZA ESTRUCTURAL, le llaman los políticos en idioma de estadística.
A mí me parece que es como vivir en mundos diferentes, como franjas, como dimensiones diferentes que se tocan sólo cuando alguien hace un esfuerzo. El primer esfuerzo de todos, definitivamente, es mental.
Y mientras yo escribo esto y lo subo a internet, las murallas se mantienen. Sólo leerán esto ustedes, que están en mi misma franja.

viernes, septiembre 22, 2006

Me quejo y me requejo

QUIERO ELEVAR MI QUEJA
¡No puede ser! ¿Será posible que en las telenovelas/series argentinas se utilicen siempre los mismos recursos?: O el doble con la máscara mágica, o la amnesia, o la ceguera, o “No se pueden casar porque.........¡son hermanos!”... ¿Me olvidé de alguno?
¿A ustedes se les ocurren recursos nuevos? Por favor, ayúdenme a ayudar a nuestra TV, que está un poquito falta de ideas.


P.D.: No, no veo novelas. ¿Para qué? Basta con ver las propagandas...
P.D.2.: Creo recordar...en “Verano del 98” Jazmin Stuart interpretó a una chica que moría de leucemia. Una vez fallecido el personaje, la misma actriz interpretó a otro personaje en la misma serie! ¡Y no tenía nada que ver con la chica muerta! ¡Y, en la serie, todo el mundo la veía parecida a la muerta, menos el galan! Mi mente guarda cada cosa.......

martes, septiembre 19, 2006

¿Qué es más?


Almacén cordobés de barrio. Objetivo: pan.
Nunca me gustó ir a comprar pan, aunque fuera sólo media cuadra de camino.
En fin, el almacenero tenía por apellido el nombre de una ciudad asiática... ¿Era Venecia acaso? Sí, Venecia era... Por lo que me contaron, tiempo atrás era carpintero, pero no pudo seguir con su profesión por un problema en la espalda. Una verdadera pena...realmente amaba crear con la madera....(¡Qué torpe, Venecia está en Europa!).
En fín, le pregunté a Venecia cuánto salía medio kilo de pan. Frente a su respuesta le pedí sólo 250 gramos. Mientras el amable hombre ponía el pan en una bolsa, noté que una viejita era testigo de mi compra. Típica anciana de barrio humilde: Ojos grandotes y negros, la cara un poquito agrietada, una leve joroba y una sensación: una enorme muda de ropa la aguardaba para el aseo y tendido. La sensación, claramente, era mía.
La mujer se acercó, y en un cordobés de diccionario me dijo: “Disculpe, ¿Qué es más? ¿Medio kilo o 250 gramos?” No creo haber podido disimular mi estupefacción. Primero, por el hecho de que una anciana me tratara a mí de usted teniendo yo escasos 19 años. Segundo: en mi mente forjada en colegio privado, universidad pública y hogar de profesionales, dicha pregunta resultaba no apta para mayores de 14 años.
“Cuesta más medio kilo, porque son 500 gramos. Un cuarto son 250 gramos.” Aún hoy lo recuerdo y me siento culpable. La anciana respondió con una laaarga vocal abierta, mientras yo quedé con la repugnante sensación de haberla humillado sin querer. La sensación, claramente era mía...pero hoy creo que era infundada.

Simplemente quería contar que en aquel momento entendí un poco más cómo funciona esto de la educación. Y me sentí fuerte por contraste con la indefensión.

Ahí entendí lo útil que es la educación para aquellos que acceden a ella.
Ahí entendí lo útil que es la ignorancia para aquellos que pretenden aprovecharla.
La ignorancia es un arma. La educación también.

sábado, septiembre 16, 2006

Ese niño y yo


Por favor, aleja al niño.
Amor, te lo ruego
aleja al niño de mí.
¿Qué me preocupa?
Estoy aterrado,
tengo miedo de él; temo por mí.

Sus gestos, directos, sinceros.
Sus pasos, débiles pero temerarios.
Aléjalo, ¿No ves que destruirá mi coraza?
¿No te das cuenta acaso
de que estropeará todo mi esfuerzo,
todas las barreras que me permitieron ser lo que soy?

Aparta al niño, me entristece.
Soy un hombre.
Soy tu hombre.
Aparta al niño,
no entiendo qué me pasa.
Tengo miedo.
¿Y si un atizbo de dulzura se me escapa?

No, no quiero tu pelota...

Aleja al niño, pero aléjalo ya!
Me siento vacío, me siento un tonto.
Soy ridículo...
¿Y qué es esta alegría?

¡¿No ves que los autos no vuelan?!

Aparta al niño, sigue humillándome.
Me recuerda las canciones, la confianza,
el tren.
Me recuerda a tí.

¿Por qué estoy tan triste?
Aleja al niño...
Por favor aleja al niño de mí.
Por favor, abrázame fuerte.
No digas nada, déjame dormir.


(¿Quién no tiene una coraza?)

jueves, septiembre 07, 2006

LA LEY QUE TODOS/AS INTUYEN MAS NO DICEN

El 95% de los individuos pertenecientes al grupo MUJERES tiene una fuerte tendencia a elegir a los peores elementos/individuos pertenecientes al grupo HOMBRES.
La consecuencia idiomática inmediata de dicha “selección natural” es constante en el 95% de los casos: “Todos los hombres son iguales.”


Sépase que dicha ley ha sido aprobada incluso por mujeres...ay ay ay...en fin...

martes, septiembre 05, 2006

Ser caballero hoy es difícil

"¿Bajas?; pasá vos". Inútil intento de amistad pasajera (pero sincera). Pasajera..mmm. Pasajera porque el diálogo transcurrió en un colectivo, quizás. (Sincera...eso sí, seguramente sí). No sé qué habrá interpretado ella que, con gesto molesto y orgullo hirviente, disparó un "No seas machista y bajá vos".
"Qué locura", pensé. Ni siquiera tuve tiempo de sentir vergüenza frente al casual público que también esperaba para descender en la misma parada. No podía decir nada y no dije nada. La belleza a veces se recubre de "algo"...una especie de oscuridad hostil...como para protegerse, supongo.
Necesitaba tranquilizarme, así que me receté un "Andá a saber qué historia personal hay ahí". Y funcionó. Por lo menos se me pasó el gusto amargo. Además, no podía hacer nada, y tampoco tenía por qué... Después de todo, ¿qué iba a hacer? No podía decirle "Mirá flaca, que en su nacimiento los gestos de cortesía hacia las mujeres hayan tenido un sesgo machista no es mi culpa. Que muchos gestos caballerescos se hayan diseminado por creer que las mujeres son más débiles que el hombre, no es mi culpa tampoco. Además, cuando te dejo pasar primero le estoy dando otro significado. A los gestos les podés dar otro significado. Es más, ni siquiera importa el gesto, sino el significado que le quiero dar. Yo te quiero honrar, pero vos podés creer lo que quieras."

Obvio, no dije eso.
Obvio.
Así que yo me quedé tranquilo. Debo admitir que incluso me sentí orgulloso. No es fácil ser caballero en estos días. Pero creo que hay que insistir, porque confío en las buenas maneras. Además, no es cuestión de cambiar la forma de ser de uno por cualquier desequilibrado que anda por ahí.

Y bueno, a veces pasa. Cualquiera se cruza con una histérica. Mujer tenía que ser.