martes, septiembre 19, 2006

¿Qué es más?


Almacén cordobés de barrio. Objetivo: pan.
Nunca me gustó ir a comprar pan, aunque fuera sólo media cuadra de camino.
En fin, el almacenero tenía por apellido el nombre de una ciudad asiática... ¿Era Venecia acaso? Sí, Venecia era... Por lo que me contaron, tiempo atrás era carpintero, pero no pudo seguir con su profesión por un problema en la espalda. Una verdadera pena...realmente amaba crear con la madera....(¡Qué torpe, Venecia está en Europa!).
En fín, le pregunté a Venecia cuánto salía medio kilo de pan. Frente a su respuesta le pedí sólo 250 gramos. Mientras el amable hombre ponía el pan en una bolsa, noté que una viejita era testigo de mi compra. Típica anciana de barrio humilde: Ojos grandotes y negros, la cara un poquito agrietada, una leve joroba y una sensación: una enorme muda de ropa la aguardaba para el aseo y tendido. La sensación, claramente, era mía.
La mujer se acercó, y en un cordobés de diccionario me dijo: “Disculpe, ¿Qué es más? ¿Medio kilo o 250 gramos?” No creo haber podido disimular mi estupefacción. Primero, por el hecho de que una anciana me tratara a mí de usted teniendo yo escasos 19 años. Segundo: en mi mente forjada en colegio privado, universidad pública y hogar de profesionales, dicha pregunta resultaba no apta para mayores de 14 años.
“Cuesta más medio kilo, porque son 500 gramos. Un cuarto son 250 gramos.” Aún hoy lo recuerdo y me siento culpable. La anciana respondió con una laaarga vocal abierta, mientras yo quedé con la repugnante sensación de haberla humillado sin querer. La sensación, claramente era mía...pero hoy creo que era infundada.

Simplemente quería contar que en aquel momento entendí un poco más cómo funciona esto de la educación. Y me sentí fuerte por contraste con la indefensión.

Ahí entendí lo útil que es la educación para aquellos que acceden a ella.
Ahí entendí lo útil que es la ignorancia para aquellos que pretenden aprovecharla.
La ignorancia es un arma. La educación también.

11 comentarios:

Jopi dijo...

Triste realidad la nuestra, en que un número afecta más que una flor.
Un abrazo Ger (este blog se va para arriba).

Anónimo dijo...

Que reflexión, deja sin palabras.
Y pensar que hoy estamos más preocupados en si nos pagan mas o menos antes que en lo que es realmente importante: LA EDUCACION DE NUESTRA GENTE; porque no pasa solo por nuestros hijos, TODOS (incluso nuestros mayores) tenemos derecho a educarnos, pero claro e más fácil manejar un país de analfabetos que de gente con estudios... muy triste ...

Cristalina dijo...

y me senti fuerte por contraste con la indefencion............

linda frase, pero te portaste como un boludo atomico.

los dejo unos dias, me voy a brazil a visitar a mi hermano. visiten rutas de polenta que he actualizado

GER! dijo...

Jajaja, gracias Cris!
Y que te tuestes bien...

guadis! dijo...

Primera vez que paso por acá... Me gustó mucho el post. Felicitaciones!

María Esquitin dijo...

Cielo, asi funciona el mundo, unos quieren que se mantenga la ignorancia, para poder aprovechar ellos más sus conocimientos mezquinos. Me sigue gustando lo que escribes.

GER! dijo...

Guadis, me alegro que te haya gustado, espero que pases seguido. Ya estuve curioseando tu blog y me gustó, se nota que corre sangre periodística por tus venas.
Tu blog estará próximamente dentro de mis blogs recomendados!

GER! dijo...

María, lamentablemente así es como hacemos que funcione el mundo. Una verdadera pena.
Me alegra mucho que te guste lo que lees, pero......no sé.....empiezo a sentir como una especie de presión....para escribir bien, jajaja.
Qué hizo al final tu amigo con su enamorada?

Anónimo dijo...

la verdad es que este jopi es el ultimo romantico del apocalipsis... adhierome a su comentario

Anónimo dijo...

Hermano primo: siento al texto que escribiste con mucho condimento, más allá de la dolorosa y recontrasabida moraleja de que los de arriba quieren que persistamos en el ser de la ignorancia.
Está claro, preciso, con recursos bien manejados y te invita a leerlo. Siga nomás.

GER! dijo...

Hola niquín. En realidad, la moraleja es que uno está arriba y alguien abajo. Pero es verdad, siempre hay alguien más arriba.
Te agradezco la crítica y tu análisis de especialista en letras.