Este cuentito está basado en el post "Pequeñas preguntas ¿grandes respuetas?" de
Sophie. Es un poquito largo, pero se lee rápido. Disfrútenlo, si pueden.
La cosa es así: Las personas vivían tranquilas, se levantaban cuando salía el sol y se acostaban cuando se hacía de noche. Pero eso era cuando eran grupos chiquitos. Los pueblos fueron creciendo y creciendo cada vez más hasta que ya no todas las personas se conocían con todas. Al ser tantas, se hacía cada vez más difícil pasar noticias rapidamente.
Todo empezó en el pueblo de Takpur, en donde los campeonatos de rayuela se organizaban de un día para otro. Decían: “Mañana, desde la salida del sol empezará el campeonato de rayuela”. Al principio, como el pueblo era chico, todos se enteraban de la noticia. Pero a medida que el pueblo de Takpur fue creciendo, las noticias no llegaban rápidamente. Kalaghar, pensador y músico, se dió cuenta de eso cuando la mitad del pueblo llegó a participar del campeonato tres días más tarde de lo estipulado.
Frente a esto, Kalaghar decidió aplicar una solución: Si las noticias tardaban tanto en llegar a todo el pueblo, había que organizar los campeonatos de rayuela con mayor antelación. Decidieron que dar la noticia 5 días antes del campeonato era un buen número, porque podían contarse con los dedos de una mano. Así lo hicieron, pero sucedió algo rarísimo: acudió al campeonato menos gente que antes. Investigando, Kalaghar descubrió que nadie había ido porque era muy difícil darse cuenta del día del campeonato. La gente decía: “El campeonato es mañana, mañana, mañana, mañana”. Como nadie lo entendía, o se perdían, decidían hacer otra cosa.
Así es que Kalaghar decidió que era necesario ponerle nombre a los días. ¿Pero cuántos días serían? Serían 10, para poder contarlos con los dedos de las dos manos. Sin embargo, nuestro personaje no estaba del todo seguro, así que pidió consejo a los dioses; alguna señal. Al día siguiente, nació el primer hijo del Cacique con siete dedos en cada mano. Al enterarse de esto, Kalaghar dijo “Miércoles!! Qué fenómeno!!”. Frente a esta señal, Kalaghar tenía dos posibilidades: Hacer una semana de 14 días o de 7. Como nadie podría contar hasta 14, porque en Takpur nadie llegaba a tocarse los dedos de los pies, decidió que serían 7 días.
La semana empezaría el día Miércoles, en honor al hijo del Cacique. Sin embargo, faltaban seis nombres más. No tardaron mucho en encontrar los nombres: La segunda esposa del cacique tuvo sextillizos, así que se utilizaron los nombres de sus seis nuevos hijos. Así es que los días eran: Miércoles, Jhueves, Viernhes, Shábado, Domhingo, Lunhes, Mhartes.
Lo bueno era que, desde ese momento, todo el mundo podía participar del campeonato de rayuela, ya que decían “El campeonato será el jueves” y todo el mundo iba el jueves.
Pasó el tiempo y el cacique murió. Quien debía ocupar su lugar era su hijo mayor Miércoles. Pero Miércoles tenía mejores planes: Se fue al pueblo de Kfdasu y puso un puestito de panchos. Frente a esta deshonra, se determinó que Miércoles no sería el nuevo cacique. El puesto lo ocuparía el hijo que seguía a Miércoles en edad. El problema era que nadie se acordaba bien cuál de los sextillizos había salido primero de la panza de su madre. Luego de muchas investigaciones se determinó que quienes habían nacido primero habían sido los siameses Lunes y Domingo.
A pesar de estar pegados, ambos hermanos eran muy diferentes entre sí. Por esto, había una parte del pueblo que quería más a uno y otra parte que quería más al otro. Ambos asumieron y, en honor a ellos, se determinó que la semana empezaría con sus nombres.
Como en Takpur no eran muy detallistas, se dejó a criterio de la gente cuándo empezaba la semana. Para algunos empezaba el domingo, y para otros empezaba el lunes. Después de todo no importaba, porque cada día tenía su nombre y todos podían participar de los campeonatos de rayuela.